miércoles, 27 de mayo de 2015

El dramático parto del sujeto incardinado

Por Miguel Angel Pichardo Reyes*
AlterSoma

En el sujeto incardinado fluye el biopoder, a la vez que también es explotado por medio de la sustracción de su vitalidad para llevarlo al colapso. Entonces el sujeto tendrá que resistir por lo menos en dos frentes: una resistencia contra los flujos que performatean su sistema nervioso, y otro contra la sustracción. He aquí la resistencia biopolítica, la subversión del sujeto débil y colonizado. La resistencia biológica frete a un flujo que circula desde el ectodermo hasta el endodermo, del segmento ocular al segmento pélvico, configurando la coraza caracteromuscular en tanto segunda naturaleza.

La resistencia biopolítica contra los flujos performativos es del orden del desmontaje y la desconstrucción, un trabajo arqueológico que desnaturaliza la biología, pues esta ha sido performateada por un modo de producción. La biología no es neutral, mucho menos natural, esta biología del sujeto incardinado ya se encuentra trastocada por las amenazas y presiones externas del medio ambiente, formándose desde la tierna edad, una coraza caracteromuscular que fijara al sujeto en una etapa infantil de inmadurez, dependencia y debilidad.

La biología del cuerpo no deja de ser biología, más bien, ésta se convierte en biopolítica, pues el modo de producción simbólica a través de sus dispositivos de poder transcriben la información simbólica a códigos biológicos. Los códigos biológicos de la biopolítica alterarán la homeostasis del organismo, exponiéndolo desde la primera infancia a sus dispositivos disciplinarios: consulta gineco-obstétrica, cesárea, parto hospitalario intervenido, prácticas de separación e higiene después del parto, etc. La forma en como estos dispositivos se inscriben en el sistema nervioso del sujeto incardinado es a través del estrés, respuesta neurohormonal del organismo para hacer frente a una amenaza, la cual quedará grabada en la memoria implícita en tanto impronta.


La constitución del sujeto no puede ser tardía, ésta se inicia desde el vientre materno, en la etapa intrauterina. Existe toda una serie de dispositivos de poder que performatean el sistema nervioso desde estas etapas de desarrollo. El nacimiento del sujeto incardinado se produce a la par que el mismo proceso biológico, y no solamente eso, sino que como hemos mencionado, la biología es social y política. El biopoder alcanza con sus redes y tentáculos al cuerpo en gestación a través de las políticas de población y de las políticas familiares de control sobre la reproducción. Desde las revistas sobre bebés, hasta las tecnologías gineco-obstétricas, pasando por los mitos del parto doloroso y la mujer-madre-abnegada, estas biopolíticas performatean el sistema nervioso que media entre el medio ambiente externo y el medio ambiente interno-intrauterino.

* Psicólogo Social y Psicoterapeuta Corporal. Este ensayo forma parte de un proyecto sobre “El sujeto corpóreo políticamente sexuado: Wilhelm Reich, Michael Foucault y Jacques Lacan”.

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