Por Miguel Angel Pichardo Reyes*
AlterSoma
Se cree que las psicoterapias corporales son la
antítesis de las psicoterapias verbales. Este supuesto se basa en que las
psicoterapias verbales excluyen técnicamente el trabajo con el cuerpo, mientras
que las psicoterapias corporales, enfatizando el trabajo técnico con el cuerpo
mantienen al margen lo verbal. Esta creencia es incorrecta, y desvía la
antítesis fundamental de las psicoterapias corporales, el conflicto entre
psicología crítica y psicología funcional, o entre las psicoterapias críticas y
las psicoterapias funcionales. La psicoterapia corporal, tal como la entiendo,
en su inspiración reichiana, es sin duda una psicoterapia crítica.
En este sentido existen psicoterapias
corporales funcionales, así como otras psicologías-psicoterapias que son
acríticas, metafísicas, patriarcales y falogocéntricas. La psicoterapia
corporal crítica y de la liberación esta llamada a entablar una labor
desideologizadora, tal como lo planteara Ignacio Martín-Baró con respecto a los
discursos ideológicos normalizadores en la psicología colonizadora. De esta
forma, la visión crítica y psicosocial que realizara Wilhelm Reich coincide con
el planteamiento de una psicología de la liberación tal como postulo Ignacio
Martín-Baró. Considero que una psicoterapia corporal crítica es una psicología
social de la liberación, un saber crítico y en resistencia.
De esta forma, la verdadera dicotomía sería
entre las psicoterapias críticas y las psicoterapias funcionales. Ahora bien,
una psicoterapia crítica tendría que ser necesariamente crítica con respecto a
la metafísica, al patriarcado, al poder y al disciplinamiento del cuerpo
políticamente sexuado. Una psicoterapia crítica que ignore, oculte, discipline
o normalice el cuerpo políticamente sexuado no sería crítica. Por eso mismo, la
psicoterapia crítica integrará como un rasgo fundamental un análisis crítico
del cuerpo políticamente sexuado. Y no solo eso, sino que dispondrá de medios
técnicos y metodológico orientados hacia la emancipación del biopoder que corroe
el cuerpo social, que subvierte la materialidad sintiente y colonizada del
sujeto.
* Psicólogo Social y Psicoterapeuta Corporal.
Este ensayo forma parte de un proyecto sobre “El sujeto corpóreo políticamente
sexuado: Wilhelm Reich, Michael Foucault y Jacques Lacan”.
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