Por Miguel Angel Pichardo Reyes
AlterSoma
La Terapia del Orgasmo no es una psicoterapia
del orgasmo en tanto ortopedia de la respuesta sexual alterada o potenciada. En
este sentido, la Terapia del Orgasmo no es una terapia sexual, aunque ésta
también se incluya. No es una psicopatología de los trastornos del deseo y del
orgasmo, ni tampoco una disciplina para potenciar el multiorgásmo, mucho menos
una mística tántrica del sexo. Entonces, ¿a que nos referimos con orgasmo?
La palabra orgasmo ha pasado por muchos
avatares. Es una palabra muy manoseada. Y puede generar desde un reacción de
miedo irracional, hasta una respuesta de entusiasmo excitatorio. Hay quienes
subliman el orgasmo a una experiencia mística de unión extática, otros quienes
ven en el orgasmo una forma sofisticada de dominio sexual, hasta quienes
propugna una liberación sexual y feminista a través de éste, sin mencionar
todas las disciplinas de la salud mental orientadas a patologizar o potenciar
el orgasmo.
Para la Terapia del Orgasmo el “orgasmo” no es
el de la respuesta sexual durante la cópula, esto es, no es sólo el reflejo
fisiológico del orgasmo. El orgasmo va más allá del orgasmo genital para entrar
al campo que bien podemos denominar como lo orgásmico. Lo orgásmico es la
pulsación vital de nuestro organismo, una pulsación cargada energéticamente de
placer. Lo orgásmico es la excitación del cuerpo viviente. El culmen de esa
excitación que altera las coordenadas de la conciencia, llevándola a una
sensación de unión y plenitud.
Lo orgásmico es muy similar a lo místico, pero
no es lo místico, lo místico es una falsificación de lo orgásmico, un intento
metafísico de atribuir lo orgásmico a algo exterior al cuerpo, o una salida del
cuerpo. Lo orgásmico no es espiritual, ni metafísico, ni teológico, mucho menos
idealista. Lo orgásmico es la realidad material viviente, sintiente y pulsante,
esa realidad atómica y pluricelular de lo cual esta tejido el cuerpo emocional.
Lo orgásmico es inmanente e innato, es sobre todo una fuerza de nuestra
naturaleza biológica.
De aquí que podamos afirmar que el orgasmo es
orgásmico, pero también el abrazo, el beso, el arrullo materno, la lactancia,
el encuentro dialógico, la contemplación de una puesta de sol, el dormir
después de comer, la excitación genital, una idea filosófica, un “eureka”, etc.
Lo orgásmico atraviesa toda experiencia sensiblemente placentera del cuerpo.
A esta fuerza orgásmica se le oponen fuerzas
anorgásmicas, pulsiones biopolíticas de muerte que expropian esta fuerza
orgásmica, debilitando al cuerpo, rechazándolo, sometiéndolo, disciplinándolo.
La anorgasmia es esta debilidad que cansa al organismo. Que lo reduce a una
máquina, o a un objeto, o a una simple superficie.
Desde lo orgásmico es solo posible comprender
la Terapia del Orgasmo, una psicoterapia corporal crítica que desmonta los
dispositivos disciplinarios que expropian la fuerza vital orgásmica del sujeto
incardinado. Una psicoterapia corporal crítica que denuncia las prácticas
discursivas que alienan al sujeto de su propio organismo. Pero también una
psicoterapia corporal crítica que rehabilita esa potencia orgásmica en la
inmanencia autogestiva del propio cuerpo en tanto biología política, en tanto
resistencia frente a la biopolítica necrofílica.
Ahora bien, la Terapia del Orgasmo, si bien no
es una sexología, sí es una psicoterapia del cuerpo políticamente sexuado, y no
podría ser de otra forma, pues la fuerza vital y pulsional del organismo es
fundamentalmente sexual, esto es, tendiente a la vinculación placentera, ya sea
sexual, social, amistosa, política, identitaria, etc.
Wilhelm Reich planteo la fórmula del reflejo
orgásmico como el continuum sistémico tensión-carga-descarga-relajación.
Podríamos decir ahora que esta fórmula opera como un biosistema abierto, puesto
que en este pulsionar de expansión-contracción intervienen una serie de
factores ecológicos (sociopolíticos) que podrán alterar dicho biosistema,
produciendo un bloqueo biosistémico que se expresará como enfermedad:
anorgasmia. Reich identifico el mecanismo de la represión como un dispositivo
patriarcal de control y sometimiento, pero también es cierto que no ha sido
sólo la represión, sino la existencia de múltiples usos biopolíticos del
reflejo orgásmico, entre ellos la transgresión y la privación.
La enfermedad produce parálisis, inflamación,
fatiga, y finalmente, la muerte. Son tres los biosistemas afectados por la
anorgasmia, esto es, por el bloqueo en el proceso de
expansión(simpático)-contracción(parasimpático), agresión hacia la función
básica de la vida organísmica. Se trata del bloqueo en la respiración (impacto
en las cadenas musculares de la respiración y el sistema digestivo), el cual
provocara un bloqueo en el movimiento (impacto en las cadenas musculares de la
expresión corporal espontánea), y finalmente un bloqueo en la sensopercepción
(impacto en los órganos internos, en los neurotransmisores, en las hormonas y
en el sistema sanguíneo).
Lo organísmico es la evidencia biológica y
evolutiva de la orientación fundamental del ser humano hacia el placer que
comparte con otros seres vivos. La Terapia del Orgasmo plantea la posibilidad
de regresar a esa primera naturaleza perdida, de rehabilitar esa orientación
fundamental del mamífero humano hacia el placer, entendido como ese proceso
madurativo de autorregulación del sistema pulsatorio de expansión-contracción.
La Terapia del Orgasmo, desde esta perspectiva,
es una Naturoterapia más que una Psicoterapia. Comprende al ser humano como un
mamífero primate encefalizado, entendiendo los procesos corticales superiores,
incluyendo el lenguaje y la producción simbólica, como la base del
comportamiento social y la construcción de hábitos e instituciones. La
actividad mental es actividad del organismo, propia de su naturaleza humana.
Por eso la Terapia de Orgasmo trata al ser humano como un ser natural, orgánico
y organismo. Pretende recordarle al humano su propia naturaleza animal.
De esta forma, el orgasmo forma parte de la
función pulsatoria fundamental de la vida: lo orgásmico. A su ves, lo orgásmico
forma parte de lo organísmico, esto es, del complejo entramado biosistémico del
organismo evolucionado del primate homo sapiens. Lo organísmico es la materia biológica
sintiente donde opera lo orgásmico y el orgasmo.
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